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En territorios en su mayor parte planos o ligeramente ondulados, con suelos generalmente pobres en humus y que permanecen inundados por buena parte del año, a la orilla del río del que heredó el nombre y que a su vez lo obtuvo de la tribu indígena que pobló la región, está el municipio de Arauca, capital del Departamento de su mismo nombre, regada por las aguas de los ríos Arauca, que lo separa de la República de Venezuela, Capanaparo, Cinaruco, Ele y Tocancías y los caños Cabuyaro, Corocoro, Chaparrito, El Rosario, Las Garcitas, Mojonrusio y otros menores.

Como hecho histórico irrefutable, esta el de la fundación de la capital departamental de Arauca por el presbítero Juan Isidro Daboín, el 4 de diciembre de 1780. El primitivo asiento de la población se llevó a cabo en la margen derecha del brazo del río Arauca hoy llamado Caño Córdoba, en el que existía un caserío indígena Guahibo conformado por diez familias, comandado por el indio Ignacio, quien acogió al sacerdote y a su acompañante José Antonio Useche. Luego se trasladó a Morcote, donde estaba la sede gubernamental de la Provincia de Casanare y allí consiguió del gobernador José Caicedo, la licencia para fundar la población con el nombre de Villa de santa Bárbara de Arauca. Desde la época de la colonia en el actual Departamento de Arauca se han cumplido principalmente dos sistemas de tenencia de tierras: la Merced y el Resguardo, concedidos a los colonizadores y a los indígenas respectivamente. Por el primer sistema se estableció una superficie máxima de 964 hectáreas con cesión gratuita del derecho de posesión de la tierra, sin recompensa económica ni pago de tributos u obligaciones contractuales. El segundo sistema impera aún para los indígenas.

Reseña Historica

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